El Colegio Inglés “Sun Valley College” fue fundado en noviembre de 1988. Se encuentra ubicado en el sector de San Vicente, ex hacienda Santa Rosa, en la comuna de Calle Larga, Provincia de Los Andes. Sus fundadores fueron cuatro profesionales y emprendedores de la zona de Aconcagua, quienes buscaban una alternativa en educación distinta para la zona, considerando que la educación imperante respondía más bien a modelos autoritarios y rígidos que participativos.  De ahí que declararan su voluntad de crear un espacio pluralista, donde se respetarán las diferencias, donde los niños fueran personas con nombre y apellido, cercanas y queridas. Un espacio familiar, personal y cálido, donde el eje del quehacer educativo se construyera sobre la premisa de tener “estudiantes queridos y acogidos, conectados con sus centros de interés”; un Colegio donde no se expresara violencia y donde la disciplina dependiera más de la confianza y del autocontrol que de las sanciones.

El Colegio se formó con un currículum abierto que incentivara el trabajo docente colaborativo, la innovación y el pensamiento crítico. Se pretendía que los estudiantes fueran capaces de construir su propio conocimiento, comprendieran el mundo en que vivían y apreciaran la belleza. De ahí que fueron importantes algunas experiencias y prácticas tales como la estimulación perceptiva, la psicomotricidad relacional, el teatro, los talleres de juegos, el deporte, la música, las artes plásticas y múltiples aprendizajes en terreno.

El Colegio comienza su funcionamiento en 1989, con estudiantes de pre-kínder a Iº año de enseñanza media, paulatinamente fue creciendo un grado por año hasta llegar a completar la enseñanza media. En 1992 egresa la primera promoción de cuarto año medio.

El mundo de los años 90 empezó a marcar diferencias con lo que había sido la década anterior. El país empezó a ser definido por transformaciones políticas, sociales y culturales que se vinculaban a cambios más profundos a escala planetaria, lo que significaba que la educación y sus prácticas debían revisarse, pues se percibía un estancamiento y una crisis.

Hasta el año 2012, el establecimiento se encontró afianzando su proyecto educativo, conservando los principios fundadores; sin embargo, ese año hubo en cambio en la Rectoría del establecimiento, con el desafío de enfrentar la evolución educativa para el siglo XXI.  Siguiendo una serie de transformaciones que se encuentran en desarrollo y constante evaluación de manera colaborativa.

Hoy nos encontramos profundizando los cambios y estableciendo un método de trabajo de manera orgánica. Una etapa en que el desafío es construir un compromiso educativo en sintonía con el mundo actual y con el futuro. Un Colegio que sea capaz de hacer avanzar -juntos- a la comunidad de estudiantes, profesores, directorio, padres y apoderados. Un Colegio en fase de crecimiento y expansión. Nos hemos convertido en una comunidad educativa, abierta a pensar su proyecto también con personas externas a la comunidad: científicos, consultores, educadores, empresarios, artistas y vecinos, un Colegio que asegure posibilidades de calidad educativa, asociada con imaginación, rigurosidad y con el tipo de relaciones personales que construirán el siglo XXI.